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jueves, 22 de septiembre de 2011

En Sincelejo se dice que ‘el Gordo’ García se cayó


En Sincelejo se dice que ‘el Gordo’ García se cayó


Hernández Manotas, un abogado amante del vallenato de los Zuleta, exmagistrado del Tribunal Administrativo de Sucre y exdirector de Fiscalías,  dejó en libertad a sus simpatizantes, con lo cual ‘el Gordo’ García, quien se encuentra pagando una condena de 40 años en La Picota por homicidio agravado y concierto para delinquir, no le quedan muchas posibilidades. La primera es aliarse con Julio César Guerra Tulena, del partido Liberal, el favorito en las encuestas, pero quien ha sido uno de sus más fervientes contradictores. La segunda, unirse con Ramón Emiro Muskus Dumar, un abogado apoyado por sectores cercanos a Enilce López y al exgobernador Salvador Arana, compañero de reclusión y también condenado a 40 años de cárcel.
 Desde el pabellón de la parapolítica en la Picota sigue definiéndose buena parte de la política regional.
‘El Gordo’ García estaba acostumbrado a poner gobernadores desde 1992, cuando se estrenó con el primer gobernador popular en Sucre, en cabeza de Édgar Martínez Romero, quien hoy es su contendor. Después de Martínez, García puso a Héctor Pérez Santos, luego a Julio Eric Morris (condenado por parapolítica),  lo siguió Salvador Arana (condenado a 40 año de cárcel), después Jorge Anaya Hernández (con detención domiciliaria) y finalmente el actual,  Jorge Barraza Farak, quien termina su mandato sin pena ni gloria, con las finanzas departamentales rotas y el movimiento político de García agonizante.
Cuando Barraza llegó al poder, desde su reclusión en La Picota, García puso a por lo menos 18 de los 26 alcaldes de Sucre.  El secretario privado de Barraza, Enrique Fadul, quien ha asumido gran parte del Gobierno, fue destituido por la Procuraduría e inhabilitado a ocupar cargos públicos por doce años.
Al Día, un medio de corte sensacionalista de Sincelejo tituló “Cayó García”, para referirse al fin de una era de hegemonía en una región en la que demostró ser ‘El mago de la Registraduría’. De esa forma logró que su movimiento Nueva Fuerza Liberal nunca perdiera una elección. Consiguió incluso elegir desde la cárcel a su hermana Teresita como senadora, con aval del PIN.
Salvador Arana vecino del “Gordo” en la Picota se distanció y le apuesta a su propio candidato.
Resultaba impensable que los dos compadres políticos del ‘Gordo’, García y Salvador Arana, se fueran a distanciar precisamente cuando están unidos al mismo destino: la prisión. Pero sucedió. Álvaro García se dedica al estudio del inglés, que tuvo que interrumpir cuando estaba en Boston para responder al llamado de su padre de regresar a organizar el movimiento político, mientras Salvador Arana cultiva lombrices. En las pasadas elecciones al Senado, Arana apoyó a aspirantes distintos de los de García, lo cual provocó una agria discusión en su celda que terminó con un comentario ácido del ‘Gordo’ que hizo eco en los corrillos de La Picota:
–Arana no se me fue cuando estaba en libertad; menos ahora que lo tengo a  pocos pasos.
Pero lo cierto es que Arana montó toldo aparte. No logró controlarlo a pesar de tenerlo tan cerca y terminó apoyando a quien fue su secretario privado durante su gobernación, su amigo del alma Ramón Emiro Muskus, que resultó más fuerte de lo que se pensaba.  Así las cosas, la contienda electoral de Sucre, uno los departamentos más afectados por la parapolítica  –de los últimos seis gobernadores, tres están detenidos–, gira en torno a la suerte del movimiento de Álvaro García, que aunque esta vez se quedó sin candidato, todavía puede hacer inclinar la balanza en favor de Muskus o Julio César Guerra Tulena. De allí la importancia de las llamadas que empieza a hacer desde la una de la madrugada en La Picota. Teléfono no le falta. Tiene seis.

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